Navideñas anticipas

viernes, 18 de septiembre de 2009


Hoy recordaba cuando era niño y de como la navidad era un sueño. Esperar la llegada del Niñito Dios ( hoy Santa Claus, Papa Noel o como quieras llamarlo) era toda una preparación, uno hacia la cartita con cosas simples, esperando verse favorecido, se portaba lo mejor que podia esperando que la vista de los padres se posara solo en las cosas buenas y pasaran por alto las cagadas propias que los chicos hacen.
Nunca esperabamos nieve en Diciembre ni se adornaba el arbolito todo de blanco.

Si ya se, seguramente me diran que soy un viejo anticuado y que la inosencia no tiene nada que hacer en los tiempos que corren, pero me resisto, por que tengo atesorado momentos que no voy a olvidarme nunca, y creo que valen mucho mas que cualquier juguete con nombre extranjero que hoy podamos darles a nuestros hijos.

La noche del 24 la familia entera se congregaba en torno a la mesa, se sacaba las cosas al patio y los parientes traian un poquito cada uno, se aprestaban las estrellitas, las cañitas voladoras para los pequeños  y los mas grandes podian tirar algun "miguelito" o un "rompeporton", sabiendo que "Mucho cuidado mirá que al hijo de la Etelvina le tuvieron que cortar dos dedos de la mano por esa porqueria!!! ".

El clericó estaba vedado a los mas chicos y solo los grandes podian tomarlo, eso si todos colaboraban en la realizacion y cortaban laboriosamente cada fruta, la mami se encargaba de ponerle el toque justo con algun secreto que la abuela le habia pasado, la coca cola era un lujo que en esas fechas se esta permito tomar, pero si no el jugo o la compota era el trago designado para la platea infantil.

Cuando se podía se hacia algun lechonsito, algun "cuchi" como le decian y si no pollo, la mesa dulce con confites, turrones y garrapiñadas era la panasea para nosotros. La sidra y el ananá era solo para brindar.



Las doce la marcaba uno de los tres canales que emitia la tele o bien la radio "AM" que entre cuartetos de la Leo hacian el conteo regresivo.

La hora justa se coronaba con el brindis, el "clin , clin" de las copas y las estrellitas y algunos cuetes eran acompañados por llantos, besos y abrazos, había que pasar por ese ritual y cada uno de las tias te daba dos besos, no sin antes comentar lo grande que estabas y lo parecido que eras a tu papá.

Al fin todo estaba dispuesto el Niñito Dios habia hecho aparecer en algun lugar de la casa el regalo de navidad, era como la busqueda del tesoro y cada paquete era recibido como el premio mayor de la lotería.

Daba igual que adentro hubiera una bolsa de soldaditos de plástico o un autito al que seguramente le abririamos "la panza" para meterle contrapeso para que "rajara mas rápido".

No pienso que todo tiempo pasado fue mejor, pero hoy te piden lo que quieren y casi siempre es algun "estrambalador de ferodo" que vieron en la tele y que sale 2 millones de dolares y ojo por que si no lo tienen se arma la madre de los quilombos, ya no se espera por la ilusión de que el Niño Dios nos traiga algo ahora esperan tener "eso" que habian pedido sin importarles quien se los trajo si el Niñito Dios, Papa Noel, Santa Claus y sus renos, o el repartidor de la CocaBola.

Pero no seamos hipócritas nosotros mismos alentamos a que esto sea así.

Lo mío creo que es un gataflorismo declarado.

En fin a veces me gustaría que las cosas sean mas simples.

3 Agregaron algo:

Claudio G. Alvarez Tomasello dijo...

Está en nosotros, Flaco. Me hiciste emocionar con tus recuerdos.

ElFlaco dijo...

Que tiempos Claudio que tiempos, ya ni la familia se junta y si lo hacemos es mera obligacion.

Zeithgeist dijo...

bu, casi se me pianta un lagrimon.. tan tan asi eran mis navidades...